¡Recuerda que el precio de todas las monedas en el mundo Cripto, por descabellado que sea, es correcto! Ya sea que suba como un cohete o que se desplome como una cascada.
Detrás de estos números están todas las emociones reales de los jugadores en ese momento, ya sea por un FOMO extremo (miedo a perderse algo) o un pánico extremo, que juntos "votaron" para crear este precio.
Precisamente porque las emociones han llegado a su punto máximo, el precio parece tan "loco". Detrás de cada centavo transaccionado, hay oro y plata gritando. Si este precio es tan "loco" que supera mi imaginación, solo puede significar dos cosas: o soy demasiado "conservador" y no he seguido el ritmo del mercado; O tengo que rendirme de inmediato, ajustar mi estrategia rápidamente, e incluso salir temporalmente a observar, en lugar de enfrentarme a ello y buscar mi propia perdición.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¡Recuerda que el precio de todas las monedas en el mundo Cripto, por descabellado que sea, es correcto! Ya sea que suba como un cohete o que se desplome como una cascada.
Detrás de estos números están todas las emociones reales de los jugadores en ese momento, ya sea por un FOMO extremo (miedo a perderse algo) o un pánico extremo, que juntos "votaron" para crear este precio.
Precisamente porque las emociones han llegado a su punto máximo, el precio parece tan "loco".
Detrás de cada centavo transaccionado, hay oro y plata gritando.
Si este precio es tan "loco" que supera mi imaginación, solo puede significar dos cosas: o soy demasiado "conservador" y no he seguido el ritmo del mercado;
O tengo que rendirme de inmediato, ajustar mi estrategia rápidamente, e incluso salir temporalmente a observar, en lugar de enfrentarme a ello y buscar mi propia perdición.